Por Marta Belenguer
Después de un mes y medio en Ollantaytambo con MiPequeñaAyuda – MySmallHelp Perú, aún no sé cómo no tomé antes, la decisión de venir a vivir esta experiencia tan brutal (genial).
Mi amiga Nuria hizo un voluntariado aquí hace 1 año y cuando me contó sobre su experiencia sabía que en algún momento de mi vida tendría que hacer algo parecido. Al año de habérmelo contado, tomé la decisión de viajar, y no negaré que los días anteriores a emprender el vuelo desde Madrid me asaltaron todas las preguntas del mundo: ¿Valdré para viajar sola? ¿No será demasiado tiempo?, ¿Y si no me adapto? ¿Y si mi vida en España cambia cuando vuelva?… Menos mal que no me dejé guiar por las dudas, pues… Haz lo que otros no están dispuestos a hacer y conseguirás lo que otros nunca tendrán.
¡Cuánto me habría perdido!: Una cultura que jamás habría pensado que fuera tan rica teniendo tan poco, con sus gentes que te hacen sentir como en casa compartiendo lo que no tienen simplemente por amabilidad y hospitalidad, su rica comida que tanto me ha enganchado, su quechua que tan poco he entendido pero que aún sin comprender ha conseguido comunicarnos, sus rincones, los cuales me guardo para mí como lugares eternos, su belleza en lo más pequeño porque lo que no esperas siempre vale el doble.
Porque ser un MySmallHelper me ha hecho feliz, la familia que me llevo la tendré siempre conmigo, los amaneceres con vistas que parecían hologramas de lo perfecto, que es el entorno que te rodea a cada paso, el mercado donde nos han alimentado como solo lo hacen en casa, los clásicos duelos de jenga, las tardes compartidas con una Muña caliente en mano, tender la ropa recién lavada mientras Inti (nuestra pata-mascota) te persigue por el jardín, escuchar la misma música, da igual seas de Italia, Canadá, Bélgica o Francia, aprovechar la mínima ocasión para celebrar con un brownie recién hecho, o emprender la marcha cada día olvidándote del reloj, acostumbrándote a la puntualidad peruana… porque sentirse libre engancha, ¡Porque MySmallHelp fue y será siempre mi mejor casualidad!
Jugando con Thiago después de clase